Capítulo 2 – Silencio del Cuello
Hay zonas del cuerpo que guardan secretos.
Algunas personas creen que es el corazón el que más sufre, o la mente la que más calla. Pero hay un lugar más silencioso que todos: la nuca.
La parte trasera del cuello es una frontera. No se ve sin un espejo, no se toca con facilidad, y sin embargo es donde uno siente las miradas que no debería sentir. Es ahí donde se clavan los ojos que juzgan, que acechan, que desean o que mienten.
En las noches más extrañas, cuando el cuerpo está de espaldas al mundo, es ahí donde se acumula la tensión, donde pesan los susurros no escuchados, los insultos que no se dijeron, los pensamientos que nadie se atrevió a pronunciar.
Yo tenía una marca allí.
No era un tatuaje.
No era una cicatriz.
Era una promesa.
Y no la hice yo.