Este diario no fue escrito para ser leído. Fue encontrado. En una habitación olvidada. En un rincón que no existe en ningún plano visible. Y sin embargo... aquí estás.
No tiene nombre el autor. No hay fecha. No hay firma. Solo palabras. Y una energía que late entre ellas. Dicen que quien lo lee, empieza a recordar cosas que nunca vivió... pero que lo marcaron para siempre.
Algunos lo llaman ficción. Otros lo llaman código. Y hay quienes aseguran que es una trampa: una llave para abrir puertas internas que nadie debería abrir.
Pero ya es tarde. Estás dentro.
Bienvenido al Diario del Olvidado.
Capítulo 0